Curiosidad

Tenemos que bostezar y mucho!
Según un estudio el hecho de bostezar evita que nuestro cerebro se sobrecaliente.

Fin

Bajé la guardia y me dejé llevar.

Estiré mis piernas para poder llegar.

Bleg, la poesía no es lo mío. 

Llevo borrando y volviendo a escribir hace un buen rato esta entrada y no logro encontrar las palabras que expresen todo lo que llevo dentro. Últimamente este blog es mi único confesor. 

Siempre he criticado a todas aquellas chicas que lloran sin fin por un chico. Así que todo lo que me pasa es KARMA. 

Pero he tomado la decisión de parar. No te lo mereces. 

¿No te parece injusto que ahora esté navegando por mi habitación, con dolor de cabeza y los ojos pequeñitos? 

Tu debes estar navegando por la red. 

Hiciste y deshiciste.

Creo que es hora de empezar a nadar, ¿No crees?

Perspectiva

No tengo buenas vistas.

Llevo siempre mi mirada a un instante, a un sentimiento. ¿Si giro mi mirada hacía otro instante me echarás de menos?

Son placeres de la vida

Volver las páginas es como hacerse la cama, una enorme extensión de papel se eleva despacio y cae. Que grandes placeres son dormir, leer y escribir.

Últimamente se me ha ido juntando con otro gustazo que es el de fumar. Siempre que le dedico algo a este blog me entran unas ganas compulsivas de llevarme un piti a la boca.
Jo, ya tengo ganas...

Así me siento

Adivina, adivinanza que sentimiento se esconde en esta definición:

Un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona.

Me siento pequeñita

No importa la edad que tengamos.

Siempre adoptamos comportamientos infantiles. 

Nos gusta sacarle la lengua a alguien, deseamos que siempre nos mimen, somos envidiosos y muchas veces queremos las cosas de inmediato. 

A mi me encantan ¡las mentiras piadosas! 

y sentirme diminuta.

Stop

No es duro quedarse atrás.

No es duro ser la que se queda.

Estoy acostumbrada a ser metódica en mis cosas, a programarme y a ordenar mi vida (física/mental).
Ahora ya no es así; no puedo predecir lo que haré, ni sirve de nada ponerme el despertador. Lo voy superando, pero no puedo negar que me siento fracasada en momentos de silencio.
"¡Date prisa! ¡Corre y vuela si hace falta!" es lo que nos decimos a nosotros mismos. Y sí, antes era yo la que estaba sentada en el mejor sitio de un metro a las 8,15h de la mañana, cuando todos nos convertimos en obstáculos para los demás. Ahora, todos pasan a mi alrededor y yo ya no lucho por seguirlos. Me he quedado atrás.

Creo que sencillamente no nací para ganar esta carrera.
Sé que escucharé los nombres de aquellos que sí llegaron a tiempo y que incluso ganaron; pero yo a diferencia de ellos me he dado un suspiro y también llegaré.
Ya lo veréis.