Stop

No es duro quedarse atrás.

No es duro ser la que se queda.

Estoy acostumbrada a ser metódica en mis cosas, a programarme y a ordenar mi vida (física/mental).
Ahora ya no es así; no puedo predecir lo que haré, ni sirve de nada ponerme el despertador. Lo voy superando, pero no puedo negar que me siento fracasada en momentos de silencio.
"¡Date prisa! ¡Corre y vuela si hace falta!" es lo que nos decimos a nosotros mismos. Y sí, antes era yo la que estaba sentada en el mejor sitio de un metro a las 8,15h de la mañana, cuando todos nos convertimos en obstáculos para los demás. Ahora, todos pasan a mi alrededor y yo ya no lucho por seguirlos. Me he quedado atrás.

Creo que sencillamente no nací para ganar esta carrera.
Sé que escucharé los nombres de aquellos que sí llegaron a tiempo y que incluso ganaron; pero yo a diferencia de ellos me he dado un suspiro y también llegaré.
Ya lo veréis.